Ayer 7 de julio y en mis brazos, mi boxer Togo se fue. Me ha dejado un enorme vacío por dentro y creo que una parte de mí se fue con él. Apenas un minuto después que España anotara el gol de la victoria, él se fue.
En mis recuerdos quedarán todos esos momentos que compartimos con él, especialmente su mirada y sus ojos tan expresivos, la costumbre que tenía de salir al jardín a ver el atardecer y esa manía tan extraña de oler las plantas y las flores.
Siempre dije que él era un perro romántico porque le gustaba también salir a caminar bajo la lluvia o verla caer mientras se echaba en la entrada de la casa. Sus ojos eran de tranquilidad en cada uno de esos momentos.
Atrás quedarán sus momentos de dolor por la enfermedad. Atrás quedarán las noches que lo acompañe tratando de calmarlo hasta que la medicina hiciera efecto. Quiero borrar de mi mente su sufrimiento y quiero borrar también el odio que siento por los diagnósticos errados de los veterinarios que lo vieron.
Quiero olvidar el fenobarbital y la epilepsia que no tenías. Atrás quedrán también los sacrificios y el orden casi militar de mi esposa para controlar las horas de su medicina y de su comida. Ella se dedicó completamente a su cuidado y se muy bien el sufrimiento y el dolor que hoy le parte el alma.
Mi boxer Togo era algo más que una mascota; él era un perro muy especial lleno de detalles que nunca había visto en otro perro. Nos queda la satisfacción que le dimos todo lo que podíamos para tenerlo bien y él nos dio todo su amor, cariño y lealtad.
Así que puedo decir que otro amigo más se me ido. Y me duele. No se cuanto tiempo pasará antes que esta herida que tengo sane. No se cuanto tiempo pasará para que su recuerdo me duela tanto como me duele ahora. Y también se que es egoísmo mío este sentimiento, pero no puedo evitarlo. Es por todo el amor y cariño que le tengo.
Se que él ya no sufre y que posiblemente esté en un lugar mejor. Eso espero, es lo que más deseo. Al momento de irse de este mundo, le dí las gracias por todas las cosas nobles, lindas y bellas que nos dio. El me ayudo a comprender muchas cosas simples de esta vida y me hizo ser un poco mejor como ser humano.
Togo, cuando yo me vaya de esta vida, espero que estés allí junto a todos los que he querido tanto y ya no están. Hoy te extraño mucho. Muchísimo. Y no puedo evitar que los ojos se me llenen de lágrimas cada vez que te recuerdo. Algo se me murió con vos. En realidad, a todos en mi familia algo se nos murió con tu partida.
Buen viaje amigo, algún día nos reuniremos nuevamente, podré ver tu rabito meneándose de la alegría y podré abrazarte otra vez.
5 respuestas a «Adiós Togo, fiel amigo»
Que pena, se me han llenado de lágrimas los ojos al leerte. Asi pasa con las mascotas, las llegamos a querer tanto que se vuelven parte de la familia. Que lo siento, de verdad
Gracias Carlo, así es. Casualmente ayer estaba viendo una película con con Owen Wilson y Jennifer Aniston (Marley and Me) y no pude evitar que los ojos se me llenaran de lágrimas al final.
Cuando entierran a su mascota Owen dice:
Yo tuve la suerte de compartir muy lindos momentos con el Togo, un perro francamente maravilloso.
Yo tuve una experiencia similar con Chato, un boxer leonado que se fue un 15 de agosto del 2009 a los 7 años de vida, cada día los recuerdo varias veces, hoy tengo a su hijo Albin, que es encantador. Tengo varios videos de Chato que no he podido ver porque me parten el alma. Sólo recordar esos años en compañía de Chato me corren lágrimas de dolor, era muy inteligente, me acompañaba de pesca y siempre estaba a mi lado. hoy, en su hijo Albin tengo algo de él, que está sepultado en mi jardín, y su recuerdo me acompaña todo el tiempo.
Hola Ángel,
Hay cosas muy curiosas, nuestro amigo Togo no tuvo crías pero unos meses antes de morir rescatamos una perrita de dos meses de edad, mezcla de Jindo con Husky. A ella y sus tres hermanos los mantenían amarrados día y noche y eso le provocó una lesión en el cuello.
Al no más llegar a nuestra casa se apego mucho con nuestro boxer y aunque parezca increíble, ella tiene muchas cosas que eran únicas en Togo. Así que algo de él nos ha quedado con esa perrita…
Ay amigo… tengo un boxer igualito al tuyo, se llama Canelo! y nada más de imaginarme lo que estás pasando, se salen mis lágrimas! yo amo a mi perro con todo mi corazón! y nunca quisiera que le pasara nada!. si quieres me escribes y te paso las fotos para que lo conozcas! saludos desde Venezuela!