Más allá de los méritos de Ozzy Osburne como solista, de como superó todos sus problemas de adicción y emergió como el Ave Fénix de sus propias cenizas, no me parece muy ético que esté demandando ahora a Black Sabbath.
Un juez federal de Manhattan a dado vía libre a la demanda de Ozzy Osburne en contra de Tony Iommi por el uso del nombre Black Sabbath. El año pasado se hizo el reclamo que Iommi había usufructuado para él solo el nombre de la banda al llenar un formulario en la oficina de Patentes y Marcas Registradas en Estados Unidos.
¿Y que pide Ozzy? El 50 porciento de los beneficios además de una porción de las ganancias que Tony ha tenido por el uso del nombre.