Creo que todos somos consientes de la gran responsabilidad que es tener una mascota. Y no me refiero únicamente a alimentarlo y bañarlo. He sido testigo involuntario cuando algunas de las asociaciones pro bienestar animal, hacen un llamado porque algún estúpido dueño quiere botar a su mascota porque está enferma (si, adivinaron: porque no se preocupó de llevarlo al veterinario para que lo vacunaran contra la enfermedad que ahora padece).
Es vital que cuando tenemos una mascota, sea evaluada por médico veterinario. Será él quien nos indique que vacunas necesita y cada cuanto. Es responsabilidad nuestra, cumplir con el calendario que él nos indique. Así como lo hacemos con nuestros hijos cuando son pequeños, así lo debemos hacer con nuestras mascotas porque son parte de nuestra familia. Y recordemos que para ellos, nosotros somos su única familia.
Son importantes no solo las primeras vacunas, sino también los refuerzos que hay que poner semestral o anualmente y el médico veterinario de abrirá su expediente y nos dará una cartilla donde estarán establecidas las fechas en que fue vacunada, que tipo de medicamento se inyectó y cuando debemos llevarla nuevamente.