En 1965 John Lennon tramitó y le dieron su primera licencia para conducir, mismo año en el que The Beatles eran famosos mundialmente.
Así que la noticia no tardó en propagarse y le llovieron ofertas de autos de lujo en su propia casa. Jaguares, Maseratis y Aston Martin fueron algunos de los que le ofrecieron.
Pero el que escogió fue un Ferrari para tenerlo un par de meses y después venderlo (¿?) y comprarse una limusina Rolls Royce, la cual mando a pintar con colores psicodélicos.