La alimentación y la bebida son puntos fundamentales en nuestras mascotas. Antes de traer a casa a nuestro nuevo perro o gato ya lo imaginamos correteando por el patio, disfrutando de su comida en un tarro con su nombre escrito en él.
Sin embargo, hay que tomarse un tiempo esencial para pensar en dónde le daremos de comer al animal.
Al igual que con los humanos, los perros y gatos (y demás animales) requieren de un lugar limpio e higiénico en el que puedan alimentarse o hidratarse sin tener que lidiar con virus o infecciones.
Cuando vayan a comprar los comederos, traten de evitar los que están hechos de plástico ya que con el paso del tiempo se abren los poros y los residuos de comida se quedan allí, dificultando la limpieza.
Los de metal son irrompibles, fáciles de lavar y la comida no toma el gusto del material (cosa que sí ocurre con determinados plásticos). Además, tengan en cuenta que para los perros de gran tamaño no conviene tener los comederos al ras del piso ya que el animal tiene que agacharse demasiado y puede tener problemas en la digestión.
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