Los zoologicos nunca me han gustado porque no creo ético tener animales salvajes confinados a un espacio determinado por el ser humano.
Y ya se que muchos pensaran que estoy loco o que soy un «radical» por pensar así, pero cosas como lo que le sucedió a un cocodrilo de Ukrania, pareciera darme la razón.
Resulta que un visitante quiso tomar una foto con su teléfono celular mientras el reptil abría las fauces e imaginó capturar una fotografía impresionante. Lamentablemente sus manos fueron tan torpes como su cerebro, el teléfono cayó en las fauces del reptil y éste se lo tragó.