En este mundo tan lleno de gente y artistas con la cabeza vacía (y el cuerpo sin alma), es sorprendente lo que Foo Fighters solicita para un concierto.
No es de extrañar que artistas pidan como requisito en su camerino, las cosas más absurdas. Claveles blancos, que el camerino huela a mujer en celo (u hombre en celo dependiendo de sus gustos), agua pura de alguna marca rusa cuya fábrica solo produce 25 litros al mes… en fin. La lista puede ser larga, tediosa y aburrida.
Pues Foo Fighters también tiene sus demandas para cuando hacen sus presentaciones en vivo. Gus Brandt, Tour Manager de la banda, fue el creador de una especie de menú al cual todos los implicados puedan acceder fácilmente y enterarse de que es lo que la banda quiere.