Los teleobjetivos son un tipo de objetivo que se usa para lo que comúnmente se conoce como zoom, es decir, acercar la imagen. Ofrecen un menor ángulo de visión (en general es menos de 30 grados), a la vez que una distancia focal que va entre los 80 y 120 mm. y se destacan entonces por obtener distancias focales más altas o una mayor profundidad de campo. Las cámaras comunes son de unos 35 mm, mientras que con un teleobjetivo podemos alcanzar ¡hasta 120 mm! Para usar correctamente nuestro teleobjetivo debemos conocer ciertas características y aprender de algunos consejos para obtener las mejores fotos.
Básicamente cuando decimos que nos acercamos a la imagen, esto quiere decir también que el angular es más pequeño por lo que también la porción de la imagen que saldrá en la foto será más reducida. Y esto es algo fundamental a tener en cuenta cuando utilizamos nuestro teleobjetivo.
El uso del teleobjetivo o zoom tiene un efecto que notaremos inmediatamente: las vibraciones son más evidentes, apareciendo zonas borrosas en la imagen final, lo cual puede ser terrible en fotos con poca luz (siempre depende de las condiciones de luz).