Hay programas de televisión que traen buenos recuerdos. Uno de ellos es el de Los Tres Chiflados (The Three Stooges); recuerdo que cuando era niño esperaba las 4 o 6 de la tarde para verlo en nuestro televisor blanco y negro.
Cuando supe que se estrenaría una película de los Tres Chiflados no me gustó para nada la noticia, como en su momento tampoco me gustó ver a Joe reemplazando a Shemp.
Los momentos de alegría que nos regalaron no tienen precio, pero como dice el refrán: ríe y el mundo reirá contigo… llora y llorarás solo.