Verguenza. Eso siento hoy.
Llevamos años con nuestra tierra bañada en sangre de inocentes. Desde la guerra interna las víctimas siempre han sido inocentes y ningún gobierno ni nosotros como sociedad hemos hecho algo por evitarlo.
Nos escondemos, huimos a otros países, vivimos con la angustia de no saber si regresaremos, la angustia de no saber si nuestros padres, nuestros hijos, nuestros familiares y nuestros amigos regresaran a su hogar.