Arqueólogos de la Universidad de Stanford y expertos en acústica, están estudiando las características acústicas del sitio para intentar comprender el uso de sonidos de frecuencias bajas que combinadas con alucinógenos, provocaban experiencias místicas en los antiguos pobladores.
Las ruinas subterráneas de Chavín de Huántar tienen poco más de 3,400 años y comprenden una serie de pasajes y laberintos.
Según John Rick, existen pruebas de la manipulación de la luz, del uso de drogas psico activas y espacios acústicos para manipular el sonido.