Las horas, los minutos y los segundos de este año se van muriendo poco a poco. Hay heridas que aún no cicatrizan en mi y que lejos de curarse seguro aumentarán conforme los años pasen.
Sin embargo la vida sigue y he aprendido que que lo bueno y lo malo deben convivir juntos para que realmente nos sintamos vivos y apreciemos las maravillas que la vida nos ofrece.
Y doy gracias a la vida y al Creador, por haberme permitido tener la fortuna de tener gente maravillosa y única en mi vida. El calendario no es más que una representación que necesitamos para estar consciente que el tiempo pasa.