Feliz día de la madre

Hoy se celebra el día de la madre, un día al año para rendir homenaje a todas las mujeres que guían los pasos de sus hijos por esta caprichosa vida.

Pocos son concientes del verdadero lugar que ocupan las mujeres en nuestras vidas y de lo importante que son en la sociedad. Pero más allá de felicitar a mi progenitora y a todas mis amigas madres que me tienen aprecio, también lo hago extensivo a las que me ignoran y hasta a las que no les caigo bien (pues ni modo, no soy monedita de oro…).

Hoy quiero enviarles un gran abrazo virtual a todas aquellas madres que sufren por sus hijos desaparecidos; por las que han vivido la desgracia de enterrar un hijo o una hija; por las que han sufrido el trauma de un hijo o una hija secuestrada.

Para las divorciadas que tienen que luchar ellas solas sin el apoyo de la que fuera su pareja… para las divorciadas que por circunstancias de la vida han tenido que separarse de sus hijos. También a todas las mujeres que la vida les ha negado la oportunidad de un embarazo pero que han acogido como suyos niños y niñas adoptadas (muestra de un corazón gigante).

Para doña Magaly, como le digo cariñosamente, que perdió a Jorge Mario, mi amigo y mi hermano. Para mi tía Marina que aún sufre en silencio la muerte de Ricardo, mi primo hermano, que murió a los pocos días de Jorge Mario, para la Wale que perdió a su hijo que recién comenzaba a vivir la vida de adulto.

Uno se mentaliza a que los hijos serán los que lo entierren a uno y no al contrario. Difícilmente puedo visualizar el tremendo dolor que debe sentirse, inconcientemente trato de no imaginarlo.

Son cosas de la vida, pruebas que por alguna razón que no comprendo, toca vivir y superar. Pero ¿que hay de todas las madres que sufrieron la desaparición de un hijo o de una hija en los años 80? La guerra es la guerra, incomprensible, despiadada y cruel. Y en una guerra siempre hay víctimas inocentes.

Un abrazo muy fuerte a todas, y que Dios, Jehova, Buda, Alá o en quién sea que crean, derrame todas sus bendiciones sobres ustedes, mujeres bellas que son tan importantes en nuestras vidas.

Hace muchísimos años que no llamo mamá a mi madre… hace muchísimos años que solo le digo Martina, no por falta de cariño (que de eso tengo bastante), sino por la tremenda confianza que nos tenemos. Feliz día la madre mama, te quiero muchísimo!!!