Beethoven amaba la naturaleza hasta el punto de decir «Prefiero mil veces a los árboles que a cualquier persona», eso fue reflejado en su Sexta Sinfonía, La Pastoral.
Si alguien me preguntara quién es mi compositor clásico preferido, respondería sin ninguna duda que Beethoven.
Y no es por la novena sinfonía, quizá la más conocida, sino porque su música tiene mucha energía, hay mucho de rebeldía, de inconformidad, de violencia (en el buen sentido) y que según veo yo, un estilo que, aunque los aficionados y fanáticos de la música clásica quieran colgarme, desembocó en el rock progresivo.
Pero además de música, Beethoven tuvo una vida bastante complicada. De la genialidad a la locura dicen que solo hay un paso muy pequeño y resulta obvio al conocer un poco de su vida, que tenía grandes conflictos internos y un resentimiento tremendo por su sordera.
Buscando algo de información sobre este gran compositor, me encontré un artículo que hace referencia a una serie de curiosidades en la vida de Ludwig Van Beethoven, las comparto con ustedes.
- Su romance con Giulietta Giucciardi, una condesa de dieciséis años, que fue alumna de Beethoven, a quien dedicó la inmortal sonata «Claro de Luna«.
- Desaliñado y extraño: Beethoven solía ir por la calle con ropas viejas, con los pelos desordenados, gritando las melodías que se le ocurrían a plena voz (el no podía oírse) y anotándolas en un cuaderno. Por no hablar de sus monumentales e históricos ataques de ira, y lo llegaban a comparar con un «animal salvaje», ya que incluso en ocasiones llegaba a destrozar las habitaciones donde se alojaba. Aunque con la gente que el quería, como su sobrino Karl, si que era cariñoso y cambiaba radicalmente de actitud.
- La intoxicación con plomo comenzó 111 días antes de la fecha de su fallecimiento en Viena, el 26 de marzo de 1827.
- Beethoven sufrió una hidropesía del vientre, y el médico tuvo que hacerle cuatro punciones para que pudiera liberarse de parte del líquido retenido, pues Beethoven “casi no podía respirar” en esa situación. El caso es que luego el médico cerró las punciones usando jabón de plomo, ya que éste desinfecta y tiene la ventaja de impedir que las bacterias se aniden en la herida o entren en el organismo.
- La cirrosis fue favorecida por el consumo de alcohol de Beethoven, pero se descartó que el músico “bebiera de forma excesiva”. Al parecer, el mal se debió principalmente a que su hígado había quedado debilitado por una hepatitis A.
- Para Elisa’ es en realidad ‘Para ‘Teresa’: La famosísima bagatela para piano de Beethoven que todo el mundo conoce como «Para Elisa» (compuesta el 27 de Abril de 1810), en realidad es «Para Teresa», ya que es el título que aparece en el manuscrito original de Beethoven. Se cree que un error en los copistas por la mala caligrafía de nuestro compositor provocó esta ‘pequeña’ confusión.
- Beethoven no oyó la 9ª sinfonía: En el estreno de esta gran obra, Beethoven estaba completamente sordo. De hecho, se dice que al terminar el concierto el pensó que los músicos habían dejado de tocar por algún motivo, y se dio la vuelta y vio a toda la sala de pié aplaudiendo: El concierto había finalizado.
- En cierta ocasión, Ludwing Van Beethoven Fue invitado a donde se encontraban varios Chiquillos de diferentes edades, los cuales retozaban sin parar, le llamo mucho la atención una hermosa niña llamada Elisa, la que al ser informada de quien era el maestro se le acerco y comento que también ella era artista, pues ya tocaba algunas piezas al piano, esto cayó muy en gracia a Beethoven y antes de retirarse, le pidió que tocase algo al piano. La niña con toda alegría interpreto obras de varios compositores, pero cuando Beethoven le solicito que tocase alguna de sus sonatas, ella con toda la pena explico que le gustaban mucho, pero que eran muy difíciles, por lo que el maestro le prometió, que haría una pieza mucho mas sencilla, para que fuese tocada por ella al piano. Ese fue el motivo por el que compuso una de las obras más conocidas y gustadas por los jóvenes pianistas de todo el mundo, la que titulo “Para Elisa“ y a la que le agrego el subtitulo “Recuerdos del 27 de abril de 1808”.
- Misterioso Himno a la Alegría: Beethoven pasó años obsesionado con una cancioncilla que no paraba de tararear, y en numerosas composiciones la incluía pero sin definir del todo. Lo más llamativo de esto es que hay una pieza anterior a él de Mozart que es casi igual que esta melodía, cantada por un coro. Se desconoce si Beethoven la conocía o fue casualidad, el caso es que el sueño de Beethoven se cumplió al ver esta melodía integrada en la culminación de su 9º sinfonía.
- Su carácter arisco e independiente le hacía vivir replegado en sí mismo; su misantropía aumentó con la aparición de una sordera progresiva y el pesimismo que le embargaba se refleja en el Testamento de Heiligenstadt, que escribió en 1802. Sin embargo, a pesar de las reservas que formuló la crítica, su música acabó por imponerse.
- El Dr. Barry Cooper, un musicólogo y estudiante de Beethoven, se decidió a principios de 1980 para encontrar algunas pruebas de este trabajo sin precedentes. “Yo no estaba buscando un Décima Sinfonía. Yo estaba buscando una”, dijo. Leyendo una descripción del trabajo de Karl Holz, un amigo de Beethoven que había escuchado los inicios del trabajo tocado en el piano por el propio Beethoven, conocía el trabajo iniciado con una introducción en la clave Mi bemol y seguida por un Allegro en Do menor. Fiel a la descripción, Cooper encontró bocetos que coincidían con la misma!
- Beethoven amaba la naturaleza hasta el punto de decir «Prefiero mil veces a los árboles que a cualquier persona». Su pasión por la naturaleza se ve traducida en la sexta sinfonía, «La Pastoral«, donde el compositor es capaz de traducir la imagen de la naturaleza a los sonidos orquestales.
- Con veinticinco años Beethoven empieza a padecer la sordera. Escribió en su diario “¡Valor! A pesar de todas las flaquezas del cuerpo, mi genio triunfará… ¡Veinticinco años!. Los tengo ya, y es necesario que en este año el hombre se revele todo entero”.
- El gran amor de su vida fue Antoine von Birkenstock, casada con Franz Brentano. Antoine ha pasado a la historia como la inmortal “bienamada”, como es llamada en sus tres misteriosas cartas, pero otros historiadores creen que podrían ser tres mujeres, Giulietta Guicciardi, y sus primas, las hermanas Josephine y Therese de Brunswick. De las tres estuvo enamorado sucesivamente Beethoven, aunque se discute si ese amor se quedó o no en lo “puramente platónico”, debido a que el estatus social de un músico no era en aquella época tan elevado como para aspirar a la mano de una aristócrata.
- En 1806 compuso la cuarta sinfonía, que algunos críticos han creído que fue inspirada en el amor de Teresa de Bruswick, aun cuando otros musicógrafos han investigado minuciosamente el supuesto amor de Beethoven, y lo han rechazado categóricamente calificándolo como un infundió, basado en un relato de dudosa autenticidad publicado en 1890 y narrado por Mariam Tengert, que se decía confidente de Teresa.
- Cuatro años después se enamora de Teresa Malfatti, con la que pensó contraer matrimonio, como lo comprueba una carta fechada el 2 de mayo de 1810 en la que solicita al Dr. Wegeler documentos personales para ese fin.
- Realizó la petición al padre de Teresa a través de su amigo Gleichenstein y recibió como contestación la siguiente observación de un tío de la propia interesada,“Beethoven es un hombre muy torpe de entendimiento, aunque puede ser el más grande de los genios”.
¿Genio o loco? Cuando la vida te da palos hay que ser totalmente impasible para no reaccionar y en este caso, gracias a Dios toda esa furia y conflictos internos desembocaron en una serie de obras que son majestuosas, bellas y sublimes.
Cada vez que tengo problemas escucho algo de Beethoven, si el pudo luchar contra tanta adversidad… ¿de que me quejo yo?
Fuente: Curiosidades Ludwig Van Beethoven en Articuloz.com