Para nadie es un secreto: a veces aunque nos quieran obligar, no podemos escribir nada porque no hay inspiración. Y esto vale para un aficionado que le gusta comentar y hablar incluso tonterías en un blog, como a un periodista o un escritor de renombre.
Nos a pasado en el colegio, el instituto o la universidad. Hay que entregar un ensayo sobre algún libro y nuestra musa anda de vacaciones y no queda más que tratar de inspirarse para escribir aún cuando no tienes nada que decir.
Lo ideal sería dejar a un lado la presión y el estrés, agarrar tus bártulos y largarte a la playa para buscar inspiración. Pero generalmente eso no se puede hacer a menos que tengas los recursos y vivas de escribir.