Motus AnimaHay quienes creen que la tierra puede auto reciclarse. Si es así, estamos muy cerca que nos convierta en abono para dar paso a otra especie que no la destruya.
Wikipedia dice del lago de Atitlán en Guatemala:
“El accidente hidrográfico más importante del departamento de Sololá en Guatemala lo constituye el lago de Atitlán, que es una de las principales fuentes económicas del departamento, pues además de ser un centro turístico de mucho atractivo, sirve de mucho apoyo comercial”.
Mientras veía en Ecosofia.org el artículo El filósofo y el lobo, no puede más que recordar el poema del nicaragüense Rubén Darío, «Los Motivos del Lobo«, poema que conocí cuando era apenas un niño y que tanto me impresionó la primera vez.
En el artículo se comenta sobre el libro de Mark Rowlands, «El filósofo y el lobo«, escrito por este profesor universitario de filosofía y en el que narra su vida junto a un lobo que él crió y con el que convivió durante 11 años.
Cualquiera podría imaginarse que se trata de las vivencias que un humano tiene al vivir tan cerca de un lobo y de como el animal se va adaptando a la vida «civilizada» que se supone nosotros los seres humanos tenemos.
Infinidad de veces he visto anuncios de agencias de viaje donde se promociona como algo espectacular, nadar con delfines. Lo que yo no sabía era que precisamente esas empresas que a simple vista parecieran ser muy amigables con el medio ambiente, en realidad fomentan la captura y cobarde matanza de estos inteligentes mamíferos acuáticos.
La información la encontré en un artículo de ecosofia.org, en ella incluso está un trailer filmado en Taiji, Japón, tristemente célebre por las grandes matanzas que sus pobladores hacen de estos inocentes animales.
Los delfines son animales gregarios y se reúnen en manadas que varían en tamaño, pero usualmente los animales jóvenes se separan para formar nuevos grupos en la época en que la manada principal está en la época de crianza.
Aunque parezca increíble mucha gente piensa que el planeta tierra tiene una capacidad infinita de auto reciclarse.
Así como lo leen, capacidad infinita, esto es, que no importa que tanta basura hagamos los humanos, que tantos contaminantes lancemos a las fuentes de agua, ni que tanto monóxido de carbono lancemos a la atmósfera porque nuestra tierra puede eliminarla ella solita.
Aunque es obvio que la madre naturaleza tiene una gran capacidad de auto adaptarse a diferentes tipos de crisis, me parece totalmente irresponsable imaginar que nuestras acciones irresponsables no tengan consecuencias, ante todo, cuando estamos creando basura que no es biodegradable y, sumado a eso, la estamos lanzando al océano en lugar de darle un tratamiento responsable.
Es evidente que el hombre y su relación con el medio ambiente tiene, como expresó poéticamente Tennyson, las garras y los dientes rojos de sangre. Sangre de animales humanos y no humanos, savia derramada de bosques, tierra y lodo de los yacimientos minerales que explotamos.
Pero el panorama no es muy alentador: nos seguiremos tiñendo de sangre, savia, tierra, barro y agua si seguimos actuando -todos, ciudadanos y gobiernos- como hasta ahora. Los datos no son muy alentadores:
Desde el año 2000, han habido en el mundo más de 35 grandes conflictos armados y unos 2.500 desastres naturales.