Desde hace mucho en nuestra sociedad ha penetrado el concepto que solo la gente «bella» vale la pena, que ser «hermosa» es la meta de toda mujer. Ambos conceptos (bella y hermosa) encapsulados en los aspectos físicos únicamente.
Desde el debut en las pasarelas de la modelo inglesa Twiggy en los años 60, célebre por su figura extremadamente delgada, los diseñadores la han tomado como modelo a usar. Debemos partir que la belleza está en los ojos de quien la mira y no de quienes nos quieren dictar que es bello y que no.
El uso de programas como Photoshop para retocar pequeños o grandes «defectos» ha incrementado la creencia que algunas modelos trascienden a lo superior, supermodelos. Bazaar hizo una serie de fotografías en blanco y negro de algunas supermodelos sin maquillaje y sin retoques artificiales; si bien es cierto que una fotografía en blanco y negro resulta menos impresionante que una a color, nos deja ver que esas modelos son muy humanas, sin las perfecciones a que estamos acostumbrados y sin embargo, siguen siendo bellas.