Navegando por los foros de x10 Hosting me topé con los comentarios de un usuario y me dio curiosidad entrar a su página web (http://gruponovha.org) lo que resultó ser una grata sorpresa. Trata, entre otras cosas, sobre los derechos de los animales, algo tan irrespetado hoy día.
Por muy increíble que parezca, aún existen “personas” que creen que los animales no tienen derechos, que no sienten, que son meras cosas carentes de sentimientos y por tanto, pueden ser tratados sin escrúpulo alguno. En lo personal creo que no hay nadie más cobarde, que aquel que se ensaña contra un niño, una persona indefensa o un animal.
Si por mí fuera, su castigo debería ser igual al daño que infringen a un animal. Los invito a que visiten la página de Grupo Nohva (peticiones para firmar) y se adhieran a aquellas que les parezcan (http://gruponovha.org/peticiones.html).
Nunca me han gustado las corridas de toros, los encierros o las famosas fiestas de San Fermín. Entretenerse haciéndole daño a un animal me parece demasiada cobardía y muy poco cerebro; me suena estúpido disfrazar como espectáculo una corrida de toros cuando no es más que una acto totalmente inhumano.
Porque las corridas de toros no son más que una aberrante tradición de tortura, dolor y ensañamiento con el toro, con un claro mensaje de desprecio hacia los derechos de los animales. No me interesa que sean parte de la historia y cultura de España, sería como seguir quemando vivos a los herejes como lo hicieron en la inquisición o en Salem.
Los infames 20 minutos
Una corrida de toros, son veinte minutos donde al pobre animal se le tortura de la forma más cobarde y despiadada. Primero los “picadores” que tienen como tarea destrozar los ligamentos para que el toro no pueda levantar la cabeza (una ayuda al indefenso torero), pero en realidad lo que hacen es destrozarle las vértebras porque el 90% de las veces fallan. Las puyas son unas varas con puntas de metal de 9 cm de longitud, dividida en dos partes: una púa piramidal de 3 cm y otra de 6 cm de acero encordado. Genuinos aparatos de tortura.
Por si fuera poco, no usan la puya como se supone que debería hacerse, sino lo hacen en forma de barreno como si estuvieran descorchando una botella. En teoría, una práctica penada por los reglamentos, muy en teoría.
¿En verdad alguien cree que eso no provoca un dolor intenso al toro?
Ese pobre animal (el toro… los picadores o el torero jamás llegaran a ser tan siquiera animales), puede llegar a perder hasta un 18% de sangre tan solo con la acción de los picadores. Porque una puya puede llegar a causar heridas de 20 cm (8 pulgadas) de profundidad.
Por favor, por un momento imaginate lo que sería tener una herida de 8 pulgadas en tu cuerpo. Y hablo de UNA SOLA HERIDA DE ESE TAMAÑO. Y si alguna vez has donado sangre, sabés muy bien la debilidad que causa.
Después de ser perforado por los picadores, vienen las banderillas muy adornaditas con colores, 6 infames palos de madera con una punta de acero de 6 cm de longitud y que son clavados en el lomo del animal. Pero además de tener una punta de acero afilado, tienen púas de 16 mm de ancho para que no se caiga del lomo del toro. Básicamente como el cuchillo de Rambo… fácil que entre pero al sacarlo, rasga todo el músculo y los tejidos.
Con el toro sufriendo dolores intensos, perdiendo sangre en grandes cantidades, asustado, acorralado, torturado, abusado y desorientado, entonces viene el “valiente” torero a dar una serie de pases con la muleta, provocándole un estrés mucho mayor.
La corrida termina con la “estocada”, que no es más que clavar una espada de 80 cm en una parte llamada “hoyo de las agujas”. Con ello el toro debería morir. Pero raramente lo hacen bien. Lo que normalmente provocan son daños a los nervios, la médula y una gran lesión del pulmón. Y entonces la sangre fluye del pulmón a los bronquios, tráquea, y sale por la boca y la nariz a borbotones. Y si lo hacen demasiado atrás, puede perforar el diafragma, estomago e hígado. En esos casos, el toro morirá ahogado en su propia sangre.
¿Espectáculo familiar?
¿Arte?
¿Fiesta?
Jamás.
Matar a un animal para entretener a una masa de ignorantes sedientos de ver sangre, no es normal. Ni se justifica como negocio lucrar con la insana morbosidad y el abuso contra un animal. Las corridas de toros son violencia, tortura, maltrato y desprecio por los derechos de los animales. Es una aberración total que no tiene razón de existir, y menos, de ser transmitida en televisión y seguir embruteciendo a mucha gente, especialmente niños.
Esto es una cobardía y por tanto, son cobardes los toreros y los picadores. Los picadores usan a los caballos como escudo (otro pobre animal utilizado de la manera más baja y cruel) y al torero los picadores. Desigual lucha para el infeliz toro. La sangre que debería ser derramada en las «monumentales» plazas de toros debería ser la de esas caricaturas de seres humanos.
El documento del Dr. Zaldivar es muy interesante para conocer el sufrimiento a que son sometidos los toros, y lo pueden descargar de aquí. (http://www.avatau.com/ES_INFORME_VETERINARIO.doc).
Pan y circo para las masas incultas e ignorantes y mantenerlas tranquilas. ¿Les parece conocido?