Muchas veces me he planteado si en realidad somos consientes de lo que la naturaleza es y su razón de ser y estar. En nuestro afán de vivir según nuestros conceptos de comodidad, talamos árboles, arrasamos vegetaciones y modificamos lugares que son pulmones necesarios para purificar el aire que nosotros mismos respiramos.
Son evidentes los cambios climáticos que sufrimos, aunque haya sectores que quieren esconder la realidad y aún así no hacemos nada como sociedad para remediarlos. Existe muy poco respeto por los árboles, los animales y aún a miembros de nuestra propia especie por el simple hecho de ser de otro color.
Resulta por demás didáctico lo que han publicado en ecosofia.org y se los dejo para hacer conciencia que la naturaleza es un ente vivo y que por tanto, le merecemos respeto.
=&0=&, incluyendo
todas las galaxias, estrellas, planetas, ríos, montañas, plantas y
animales, ha sido creado para uso y deleite de los seres humanos es una idea tan absurda que no valdría la pena hablar de ella… sino fuera porque también es una idea considerada una verdad absoluta, todavía, por muchas
personas.
Las enseñanzas religiosas, empezando por el
“creced y multiplicaos” de la tradición judeo-cristiana, no son la única razón. Hay algo en nuestro temperamento de primates que nos predispone a ver el mundo de una cierta manera. Goethe explica que =&1=&: “El hombre está acostumbrado a valorar las cosas en la medida en que le son útiles, y por lo tanto dispuesto por temperamento y situación a considerarse
la obra cumbre de la Naturaleza, ¿por qué no debería creer también que representa su propósito final?”
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